Canal de la Mancha ida y vuelta 2013

Canal de la Mancha ida y vuelta, el 6-7 de Agosto de 2013. en 24 horas y 35 minutos

Sabiendo la incertidumbre de las fechas para nadar y muy concretamente en el Canal de la Mancha, el 31 de Julio me trasladé a Dover con la intención de nadar el mencionado Canal ida y vuelta.
Las fechas de mareas muertas que tenía contratadas con el piloto de la Organización (CSA) eran los días 4, 5 y 6 de Agosto.
Con una gran impaciencia, ansiedad y nervios estuve hasta el día 2 sin saber nada, y ese día por fin conseguí hablar con el piloto. Me dijo que hacía mucho viento y que quizás el día 6 calmaría un poco. Por lo cual, la fecha prefijada fue el día 6.
Y así fue, ese día a las 7h, Fred (el piloto), me citó en el Puerto de Dover para nadar los 80 kms. en linea recta que tiene este complicado Canal. Cuando digo complicado, me refiero básicamente a: frías aguas: 12-16 ºC y fuertes corrientes originadas por su escasa profundidad (profundidad media: 80 mtrs.).

A las 8h me eché al agua y todo comenzó sin grandes complicaciones ni sorpresas hasta que a la segunda hora empecé a sentir frío y a pedir té caliente a Andrés que como desde 2006 estaba desempeñando su papel de Barman.
A las sexta-séptima hora aproximadamente empecé a ver unos objetos flotando y bajo el agua de diversos colores y me resistí a pensar que eran lo que me temía pero pronto empecé a sentir en mis propias carnes que efectivamente eran medusas. Me picaban por todo el cuerpo y esto unido al frío y al festival de olas que tuve durante una media hora al pasar por un banco de arena (11 mtrs. profundidad) me hizo pensar seriamente en abandonar. Pero con mi recurso de: “Jaime, hazlo por ellos”, aguanté.
Al aproximarme a la costa francesa empezaron unas fortísimas corrientes que me impedían mantener un punto de referencia único. Cada vez que miraba para adelante tenía que cambiar de objeto ya que nos íbamos hacia el Oeste con el riesgo de superar Cap Gris Nez y perder la posibilidad de tocar tierra. Pero lo hice.
Llegué y esperé unos minutos (muerto de frío) en la costa a que Andrés se acerca en el dingui y además de darme alimentos y agua me diese los light sticks ya que pronto anochecería.

Resumen: Ya había nadado la mitad y la otra mitad tenía que nadarla como fuera. Poco puedo decir de esta segunda mitad ya que no me acuerdo de casi nada.
Sólo dar las gracias a todos los que vinieron en el barco: Gabriel y Gonzalo Artiach, Elena Ruiz y por supuesto mi Barman: Andrés Azpilicueta.
Un agradecimiento especial a Gonzalo que se echó al agua durante la primera mitad y sobre todo en los últimos 500 mtrs. que el Juez de la Organización le pidió que siguiendo escrupulosamente las normas (nunca nadar delante de mi, no tocarme,……….) nadase conmigo para dirigirme correctamente ya que estaba terriblemente desorientado, cansado y sobre todo: congelado.
Salí del agua con una temperatura corporal de 31.8ºC.
Y no voy a decir otra vez lo de: “una vez másss……..”…….je………..je……..Aprovecho para decir que:

No hay nada noble en ser superior a otra persona. La verdadera nobleza radica en ser superior a tu antiguo yo.